Un buen diagnóstico y mucha ética

   
    El leitmotiv de nuestra actuación siempre será "mejor prevenir que curar" dado que, en la mayor parte de los casos, no existiría cura alguna en caso de un diagnóstico equivocado, de una valoración excesivamente optimista o de una aplicación incorrecta, como vamos a ver a continuación.

    El diagnóstico, por lo tanto, es fundamental. La experiencia nos dará seguridad pero, hasta dicho momento, sólo cabe ser precavidos. No perdamos de vista que quien quiere normalmente optar por un alisado permanente es una persona harta de lidiar con su pelo con el que mantiene una lucha igual de permanente. Su principal arma es la plancha y no es raro, en consecuencia, que nos encontremos un pelo sobreexpuesto al calor, deshidratado y apagado. El pelo bien cuidado, perfectamente hidratado, sin tintes ni mechas será una gozada pero también una excepción. Y, recuerde, no existen dos personas con el mismo pelo, ni tan siquiera las gemelas. El día a día así lo demuestra.

    No haremos el alisado si apreciamos irritación, rojeces o heridas en el cuero cabelludo. La experiencia nos dice que podemos encontrarnos con cueros cabelludos aquejados por algún tipo de patología dermatológica o, simplemente, con alergias. En caso de eccema, dermatitis o psoriasis, no tenemos constancia de que los ingredientes de los productos utilizados en el alisado japonés tengan consecuencia alguna o sean motivo de agravamiento de dicha patología. Sin embargo, aquí imperará el sentido común y evitaremos realizarlo en caso de brote de la enfermedad. Recordemos que este tipo de patologías suelen cursar con brotes más frecuentes en otoño y primavera. Siempre se puede esperar a que pase el brote con el tratamiento adecuado prescrito por el dermatólogo y así se lo aconsejaremos a las personas que lo padezcan.

    Si dicha persona nos comunica que su patología no tiene carácter estacional y que la sufre todo el año, intentaremos averiguar si ha tenido o tiene alguna reacción indeseable con tintes o similares. En la negativa, podremos actuar prestando la máxima atención a sus comentarios durante el proceso.

    En caso de alergia conocida, conviene hacer un pequeño test de alergia con los productos detrás de la oreja o en el pliegue del codo, por ejemplo. Las personas alérgicas suelen reaccionar de forma inmediata y están acostumbradas a distinguir los componentes alérgenos. No haremos el alisado a personas que presentan alergia a los productos de permanente o en caso de alergias severas.



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